Dom. Oct 13th, 2024

    Facebook tuvo que disculparse después de que el lunes pasado sus servicios dejaran de funcionar durante varias horas a nivel mundial. WhatsApp e Instagram (que son también propiedad de la compañía) también estuvieron fuera de servicio.

    ¿Cuál fue el problema? En pocas palabras, los sistemas de Facebook dejaron de comunicarse con el resto de Internet.

    Fue como si “alguien hubiera arrancado los cables de sus centros de datos y los hubiera desconectado de Internet”, explicó la empresa de infraestructura web Cloudflare. La explicación de Facebook fue un poco más técnica.

    “Los cambios de configuración en los routers de la red troncal que coordinan el tráfico de red entre nuestros centros de datos causaron problemas que interrumpieron esta comunicación”. Esto provocó un “efecto en cascada… haciendo que nuestros servicios se detuvieran”.

    ¿Por qué la gente no pudo acceder a Facebook?

    Internet se divide en cientos de miles de redes. Las grandes empresas, como Facebook, tienen sus propias redes más grandes, conocidas como sistemas autónomos.

    Cuando uno quiere visitar Facebook e Instagram, o enviar un mensaje en WhatsApp, el sistema back-end que permite a los ordenadores conectarse con su red utiliza el Border Gateway Protocol (BGP), una especie de servicio postal para Internet.

    Para dirigir a la gente a los sitios web que quieren visitar, BGP mira todas las rutas disponibles que los datos podrían tomar y elige la mejor. El lunes, Facebook dejó de proporcionar la información que el sistema necesitaba para funcionar.

    Esto significó que los ordenadores y los teléfonos de todo el mundo no tenían forma de conectarse a Facebook o a sus otros sitios.

    ¿Qué efectos tuvo el apagón?

    El fallo de estos actores clave de Internet tuvo un efecto en cadena para particulares y empresas de todo el mundo.

    Para muchos, la pérdida de acceso a los servicios de Facebook fue sólo un inconveniente. Pero para algunas pequeñas empresas del mundo en desarrollo, sin otras formas fiables de comunicarse con los clientes, el problema fue más grave.

    Algunas organizaciones, en las que el personal sigue trabajando a distancia después de la pandemia, dependen también de WhatsApp para mantener a sus colegas en contacto.

    ¿Cómo ocurrió esto?

    Alrededor de las 3:45 GMT del lunes comenzó a aparecer un aluvión de informes de que Facebook, Instagram y WhatsApp no funcionaban. Al principio, esto provocó las habituales bromas sobre cómo se las arreglaría la gente, y las burlas de usuarios de redes rivales, como Twitter.

    Pero pronto quedó claro que se trataba de un problema más serio, con informes de caos en la sede de Facebook en California.

    Parte de la razón por la que se tardó tanto en solucionar el problema fue que la gente que intentaba averiguar cuál era el problema ni siquiera podía entrar en el edificio. Los sistemas de acceso tampoco funcionaban.

    De este modo no podían averiguar qué había fallado, ni tomar medidas para resolverlo. En este momento aún no sabemos si el problema se debió a un error de software o a un simple error humano. Sin embargo, las teorías conspirativas ya están circulando.

    Exceso de integración

    El incidente plantea dudas sobre la forma en que Facebook ha unificado muchas de sus operaciones técnicas en los últimos años. Esto seguramente las ha hecho más eficientes, pero también significa que, si una cosa va mal, puede haber un efecto en cascada.

    Facebook ya ha sufrido apagones en el pasado, pero por lo general se han solucionado en una hora como mucho. Un apagón más prolongado y perturbador como éste demuestra el problema de que gran parte de las comunicaciones del mundo se concentren en Silicon Valley.

    Y esto, a su vez, plantea la cuestión de si el funcionamiento de Internet debería estar en manos de unas pocas empresas tan concentradas geográficamente.

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